domingo, 14 de septiembre de 2008

EL TEATRO DE LOS SUEÑOS

Bienvenida al teatro de los sueños. Tal como llego tomo asiento, el espectáculo está apunto de comenzar; luces ténues, rumor y nervios en la sala. Se abre el telón. Apareces tú, te mueves con gran soltura, dinamismo, regalas gestos y complicidad a los espectadores, el cañón de luz se centra en ti.

TELÓN

La ovación cerrada es unánime, el clamor del éxito te persigue, debes salir a saludar a tu público varias veces. Mientras abandono mi asiento el público te aclama, les cedo mi sitio pues tu eres su estrella. Te observo perdido entre la multitud. Eres de ellos les perteneces. Disfruto de tu éxito en la lejanía. Te espero en casa.

TELÓN

Hoy en la marquesina del Teatro Central se anunciaba una nueva obra de Kystilezky, ese autor polaco que descubriste por casualidad y desde el primer momento te fascinó. ¿Recuerdas lo que me decías? "Debo hacerla, es una obra redonda, profunda, es volver a hacer teatro como el de antes". ¡Debo hacerlo!

TELÓN

Llegó la noche del estreno y estuviste soberbía, bordaste el papel: derroche de gestos, complicidad, entusiasmo, nos hiciste sentir frío dolor bañado en gotas de ternura. Sin embargo, la sala apenas se llenó. Los huecos en el patio de butacas fueron puñaladas a tu ilusión. Después que el telón cayera tu mundo se vino abajo. El público abandonó la sala en silencio, yo avancé a contracorriente hacia tu camerino. En la soledad de las mil preguntas sin respuesta nos abrazamos. "¿Valió la pena luchar por Kystilezky, no?-me preguntaste. "Claro cariño, claro"

TELÓN FINAL

No hay comentarios: